El Morral

Un nivel difícil. Es así como veo esta etapa en mi vida. Ya no sufro por chicos, ahora es por trabajo; y no porque no tenga sino porque tengo y no sé cómo enfrentarlo. Empecé a trabajar esta semana en una pastelería a tiempo completo 6 días a la semana. Han pasado 4 y estoy que echando lágrimas. La pastelería le pertenece a mi amigo Jorge, el chino gordo que estudiaba conmigo en la universidad. Hay un par de post dedicados a él hace un par de años. Bueno, por saludarlo por su cumpleaños me dijo que necesitaba gente y me dijo para trabajar con él. No sé si habrá sido error o acierto, sin embargo yo confío en que Dios me puso ahí para aprender o para hacer algo que aun no sé que es. Tal vez lidiar con mi inseguridad, ya que, con eso estoy sufriendo a diario. Jorge tiene experiencia en pastelería. Demasiada experiencia, en cambio yo, que soy mayor que él por 3 años, soy un bebé en lo que respecta la pastelería en sí misma. Estar trabajando a su lado me ha hecho sentir inútil, in...

Las ambigüedades de las cosas están en todas partes: el frio y el calor, la sal y el azúcar, la luz y la oscuridad, los placeres y las necesidades, la vida y la muerte. Todo lo que nos rodea vive en simbiosis, no se molestan ni se pelean por más espacio en este tiempo. Todo vive tan perfectamente como imperfectamente. Lo único que nos queda es saber aprovechar cada cosa en el momento en que nos toca. Volver algo ordinario en extraordinario. Quiero hablar de algo que me parece tan mágico como natural a la vez. La muerte, el alejamiento de las personas a las que queremos hacia un lugar al que no podemos ir de la forma en que nos encontramos. Nos queda la esperanza de volverlos a ver en algún momento y vivir felices para siempre, pero hasta ese entonces lo único que nos queda es vivir. Aprovechar cada instante de la vida de los que amamos. Decirles siempre lo que deseamos, agradecerles por todo lo que nos dan, ya que un día la muerte traspasara su frontera en una única vez y se ...

Estas semanas he estado muy ocupado trabajando, cuestionándome la vida, preguntando al destino que más viene en mi 2013. No quiero decir que esta experiencia del catering fue un rotundo fracaso, sino una lección aprendida. ¿Cuál es esa lección? No me gusta la cocina, me gusta la pastelería y más aún administrar. No puedo con la presión; soy lento, tengo que admitirlo.Estoy seguro que algo mas he aprendido y que aplicare mas adelante en algun momento, sin embargo, ahora no se que es. Quizas a ser mas independiente, o a saber como es una relación adulta. O a impulsarme para ser alguien mejor. No lo sé. No escribiré mucho en este post, en realidad no hay mucho que decir además de que, tal vez, nunca más vuelva a hacer catering, que conocí a una productora de cine y televisión más loca que una cabra. Solo quería escribir, ya que, no tengo ganas de llorar. No me siento fracasado, no me rendiré.