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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Here comes the sun (la primavera eterna y correcta)

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Me considero un místico de los tiempos actuales, a quien, mi Padre Dios, ha hecho ver sus grandezas y me ha permitido ser partícipe de sus maravillas incluso cuando yo soy el más pecador de sus hijos. Me contento en pensar que, si a mí que soy un pobre pecador me ha hecho ver sus señales; imaginen que hará ver a la gente que sigue sus designios al pie de la letra. Si fuera uno de ellos no pararía de llorar, las lágrimas más felices que habría soltado. Volaría en mi propia felicidad sostenido por Él ya que sin Él no somos nada. Vivamos en amor y caridad y en mucha fe para poder alcanzar la felicidad perpetua, esa que es eterna. No aquí, sino en La Casa del Señor. Que la entrega hacia el amor y la fortaleza nos inunden, que en nuestras almas hayan caudales de gracia, seamos faros de luz (de amor) para los que no quieren ver, guerreros contra el maligno, nuestro enemigo. El Espíritu Santo guía mis dedos al escribir esto, para alabarle y adorarle con mi escritura. Amémosle y dejé...

Mis batallas

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Desde que he comenzado mi nueva vida he tenido que enfrentar batallas duras que siempre pierdo. Pierdo porque a quien me enfrento conoce todos mis puntos débiles, ya que él me los otorgó. Me ataca por donde sabe que estoy más propenso a perder. Y cuando sucede mi infeliz derrota, lo único que pienso es que he perdido más que la vida, que el precio por el placer recibido fue muy ínfimo comparado con lo que perdí. En estas batallas tengo muchas armas pero no se usarlas bien aún. Y el enemigo también se aprovecha de eso. Tengo espadas y no se blandirlas, tengo escudos y soy muy torpe cubriéndome, soy un animal ignorante que tiene un armamento invencible y el miedo me impide defenderme. Todos los días es un nuevo comienzo, es una nueva pelea por mi salvación. Todos los días es un golpe que recibo pero que estoy aprendiendo a querer, y eso es lo que más le molesta a mi enemigo. En mi sencillez y en mi humildad reside mi refugio, en mi oración esta mi escudo y mis armas son mi rosar...