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Mostrando entradas de julio, 2014

Decido no sufrir

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No me duró mucho la felicidad, el se fue enfriando de nuevo y yo me tuve que tragar todos los sentimientos que sentía hacia él. Han sido unos días bastante infernales después de ese miércoles. Había días en los q lo veía y me sentía en las nubes, pero había otros en los que sentía que moría por su olvido. Le había dicho que moría por él, es decir, “maltrátame que no me importa”. Fue entonces que decidí olvidar. Después de ese tiempo infernal, me decidí enfriarme. Dedicarme a otras cosas aparte de él. Dejarlo de lado en mi cabeza. Pensar en mis objetivos sentimentales: No meterme con niños. Ser más maduro con mis sentimientos. Buscar una pareja con la que pueda crecer y no estancarme. No puedo seguir esperanzado en que un niño de 21 años me pueda querer como yo a él, no puedo seguir esperando limosnas de amor y volar un rato para después caer desde mi nube y chocarme contra el pavimento. He decidido que tengo que seguir mi vida. No puedo atarme a alguien que no mueve ni u...

El monólogo de un corazón desesperado

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Otra vez luego de mis clases de canto, fui a ver una película a la casa de Sebas, yo estaba aun molesto porque me había dicho “yo también quiero verte, supongo…” y Uds. se preguntaran ¿Por qué fui si estaba molesto? Bueno soy Omar, soy un idiota. De todas maneras, fui, vimos la película. No fue tan mala. Y después de verla, él comenzó  la conversación. El día de la fiesta el me había visto muy pegado a otro chico que fue y se sentía muy celoso. Pensó que yo sentía cosas por él y fue ahí que yo me sentí algo mal, no quería hacerle pensar cosas feas de mí, aunque admito que buscaba que se sintiera así para que despertaran sus intenciones hacia mí. Me preguntó, ¿Dónde estamos? A lo que yo respondí “eso te lo tienes q preguntar tú” Era muy cierto lo que yo le respondí. Yo no podía avanzar sin que él me diera señales de querer hacerlo. Yo no podía hacer nada, estaba atado de pies y manos porque el aun no sabía qué hacer conmigo. No sabía si quererme o alejarme. Me dijo que por cul...

Suponiendo que no sea él...

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Estos días con Sebas han sido muy intensos, las emociones las he tenido a flor de piel. He llorado y he sido feliz en cuestión de días. Ha sido un ciclo interminable donde solo yo buscaba paz y no la he encontrado aún, busco a mi “yo” antes de Sebastián, pero aun no lo encuentro.  Sigo pensando en él todos los días y a toda hora. El día de trabajo se me vuelve interminable, y las noches son montañas rusas de emociones con subidas y abismales bajadas. Ayer vi a Sebastián, me encanta verlo cuando hace detalles por mí y ayer hizo uno muy lindo, me fue a ver actuar al teatro, yo le había dicho varias veces para que vaya pero por una u otra razón no podía. Y ayer, al momento en que se prendieron las luces del escenario, lo vi en la última fila, parado y haciéndome señas de que estaba ahí, aplaudiendo y alzando los brazos. Fue hermoso verlo y me hizo acordar cuando lo vi esperándome afuera del teatro por el simple hecho de que había decidido esperarme. Lo abrace con tantas fuerzas, ...

Días que me parecen semanas (tortuosas)

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Después de ver a Sebas ese domingo en que no nos dijimos mucho, acorde salir con él esa misma semana, un miércoles. Tenía que verlo, no sabía qué hacer con mi corazón, estaba muy intranquilo. Mi deber conmigo mismo era aclarar todo de una vez. Y ese miércoles lo vi. Yo salía de mis clases de canto, y el llego a mi encuentro. Caminamos un rato, tomamos un café y decidimos volver a salir a caminar, yo necesitaba valor para poder decirle el problema que me molestaba. Le pregunte “¿en qué situación estamos? No sé si quererte o dejarte ir” me respondió que estaba confundido, que no sabía qué hacer tampoco. Es así que yo decidí alejarme de él. Cerré toda comunicación con él, cancele cuentas en Facebook y deje de hablar a personas que eran mis amigos con tal de que el desaparezca de mi vida. Fue inútil, hablábamos vía Whatsapp, me mandaba mensajes de voz, borracho, diciéndome que me quería y que yo era la persona más maravillosa que él haya conocido. Me derretía con sus palabras, eran mi...