El monólogo de un corazón desesperado

Otra vez luego de mis clases de canto, fui a ver una película a la casa de Sebas, yo estaba aun molesto porque me había dicho “yo también quiero verte, supongo…” y Uds. se preguntaran ¿Por qué fui si estaba molesto? Bueno soy Omar, soy un idiota. De todas maneras, fui, vimos la película. No fue tan mala. Y después de verla, él comenzó  la conversación. El día de la fiesta el me había visto muy pegado a otro chico que fue y se sentía muy celoso. Pensó que yo sentía cosas por él y fue ahí que yo me sentí algo mal, no quería hacerle pensar cosas feas de mí, aunque admito que buscaba que se sintiera así para que despertaran sus intenciones hacia mí.

Me preguntó, ¿Dónde estamos? A lo que yo respondí “eso te lo tienes q preguntar tú” Era muy cierto lo que yo le respondí. Yo no podía avanzar sin que él me diera señales de querer hacerlo. Yo no podía hacer nada, estaba atado de pies y manos porque el aun no sabía qué hacer conmigo. No sabía si quererme o alejarme. Me dijo que por culpa de su relación anterior, se había puesto muy frio y por eso no sabía q hacer. Fue ahí donde mi corazón explotó y saqué todo lo que tenía guardado: le dije que me moría por él, que no podía hacer más que pensar en él y más cosas que mi corazón llenos de sentimientos quiso decir. Yo no podía hacer más que hablar y tratar de no lagrimear, me emocione diciéndole cuando lo quería. Le dije que esperaría el tiempo que sea necesario para que el aclarara las cosas en su cabeza. Ese día con el termino con un gran abrazo, el más grande que le pude haber dado y me fui creyéndome feliz…


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sexo No

El día en que el tiempo se detuvo (por un minuto)

Rendido