Rendido


Creo que encontré al amor de mi vida, no sé, supongo. Es muy terco, sin embargo su tozudez me gusta. Nunca he peleado con él pero ganas no me faltan. Hubiera querido darle un golpe para que reaccione en el momento que debía. No ha tenido muchos detalles conmigo, pero cada vez que siento que se aleja, de alguna forma lo atraigo con el pensamiento.

Es una relación complicada, no hablamos mucho, pensamos igual en la mayoría de cosas. Es muy centrado pero tiene sus desvaríos de vez en cuando. Lo extraño demasiado todos los días, a pesar de que alejarlo de mí sea una tarea casi imposible, y eso que esta lejos.

Es algo confuso lo que siento, no me gusta mucho pero siento la necesidad de tenerlo siempre cerca es analógicamente compatible como el agua al cuerpo. Tiene demasiados defectos, al igual que yo. No me he puesto a pensar aun en sus virtudes, debe tener alguna. Hoy sentí que se alejaba para siempre. La sensación fue algo devastadora, y esa sensación es lo que me hace escribir esto.

No pensé se clavara tan profundo en mi corazón, pero es como si se hubiera cosido a él desde el momento en que lo conocí, Uds. dirán que es una relación insana, y yo también lo pienso así. Me consumo a cada momento en que aparece y no me lo puedo quitar de la cabeza. Nada es perfecto y esa frase no me hace conformista. Siempre busco lo mejor para mí. Solo espero que acabe pronto, espero seguir tranquilo con mi vida, esforzándome ya no mantenerlo junto a mí, aunque cuesta demasiado. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Sexo No

El día en que el tiempo se detuvo (por un minuto)