Hablando con fantasmas


Camine y camine. Tenía que desestresarme de todo, tensiones pasadas y futuras. Penas que aun sostengo y que quiero liberar. No se van. Camine y pensé. Llegue al mismo lugar donde una vez me llevaron de la misma forma que llegué ahora. Ese lugar al cual voy cada vez que quiero estar tranquilo y andar por mis recuerdos.

Te imagine, los imagine, todos volvieron (no fueron muchos de todas maneras). Fue como caminar con ellos y traer tiempos en donde yo era más inocente y feliz. La inocencia era parte tangible en mí y solo deseaba encontrar al amor verdadero que podría estar en cualquier persona sin importar ninguna condición física. 

Hable con cada uno de Uds. les pregunte por su vida, por las relaciones actuales, del porque de su alejamiento, de los rencores guardados, de los momentos que pase y les decía que no me arrepentía de casi nada y agradecí por todo. Que me disculpen por ser quien fui con ustedes y que podemos ser amigos. Siguieron su camino, seguí por el mío.

Caminaba, la oscuridad lleno el cielo y el mar. Miraflores nunca estuvo más oscuro. No había niebla, ni un Silent Hill que me transportara a los diciembres donde principios y finales estaban escritos. Caras y más caras pasé, así aparecerán y se irán de mi vida. Tomé nuevos caminos. Regresé a mi casa 
 


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