El Morral

Han sido todo un reto estos 4 días. Con mis amigos de mi ex trabajo, comencé una empresa de catering y no pensé que fuera tan difícil como lo estoy viviendo. Dormir poco, levantarnos a las 4am, comer a deshoras, no sentarnos en 14 horas. Las piernas, la espalda y los ojos me piden descanso a gritos. Aun así no me rendiré. Sé que habrá alguna satisfacción al final de todo esto. He estado durmiendo en la casa de mi amigo Carlos. Lejos de mi casa y mis papás. Ha sido lo más difícil. No por el hecho de estar lejos de ellos sino porque me he tenido que acostumbrar en una casa que no es mía, donde no puedo caminar desnudo si deseo, donde tengo que comportarme con gentileza siempre con modales, pensando cada acto que hago. Es lo que más me cuesta, no poder hacer las cosas que hago normalmente. Me cuesta adaptarme a gente extraña. Ellos tienen perro, un golden retriever, es la clase de perro que siempre me hubiera gustado tener. Pero convivir y dormir más de una semana con un perro...

...Este año te has portado bien, ya que, no sufro por amor… te agradezco infinitamente el gesto, sin embargo, ya me la debías. Han sido varios años que no disfrutaba para nada este día. Hoy no ha sido la excepción. No lo he disfrutado para nada. Pero hoy tú no tuviste la culpa. Pero si pudieras hacer algo con el calor te lo agradecería. Ahora recuerdo con gracia esos años en los que me hiciste llorar demasiado, ya sea por un amor enfermizo destinado a un final, una depresión que conllevaba a hacer locuras o un corazón roto que me dolió por bastante tiempo. Todo eso ha quedado en el pasado (felizmente) ahora te has vuelto más amistoso conmigo. No tengo a nadie que llorar, no sufro y no babeo por algún tipo que a la larga me hará querer hundirme en un pozo. Claro, sigo teniendo envidia sana por todas las parejas gay felices en el mundo. ¿Por qué yo no tendría algo así? Me he dado cuenta que es cuestión de suerte. Este post, el cual una vez mas está dedicado a ti, será más corto...

¿Cómo es cuando ya no te quieres ilusionar ni enamorar mas de espejismos? Esa pregunta yo no la entendía. Mi respuesta era: siempre estoy dispuesto a ver qué pasa, no tengo problema en ilusionarme porque es lo más lindo del mundo. Pero que equivocado estaba. O tal vez lo estoy ahora. Ahora mi rotunda respuesta es: NO ME QUIERO ARRIESGAR A ILUSIONARME. Ya no más, no a las lagrimas por alguien que no las valora, no a las desveladas ni a las sonrisas tontas que te hacen volar ¿Me quedare amargado en mi soledad? No creo, pero por ahora (y espero seguir así) no quiero que jueguen conmigo “a probar si funciona” no pienso poner mi paz y tranquilidad en peligro de convertirlas en un infierno de lagrimas. Lastimosamente estoy tan negativo porque el año pasado fue el peor año en lo que al amor respecta, sufrí demasiado y no estoy dispuesto a soportar eso de nuevo. Después tal vez, cuando mis traumas hayan pasado. ¿Y a que viene todo esto? El día viernes que fui a una disco, conocía...

Eran las 7:30am del lunes 11 de febrero de 2013, todo iba muy normal: yo dormía, la alarma del celular sonaba y vi un mensaje. Era de mi prima. Con la somnolencia encima, leerlo fue un verdadero esfuerzo. Sin embargo, con los ojos algo cerrado y mi cerebro medio dormido leí el mensaje que decía “ El Papa ha renunciado, mira las noticias”. Al instante mi cerebro reaccionó, no fue necesario leerlo 2 veces, y es que en menos de un segundo, todo mi concepto de ser Papa y una gran base en la que ponía mi fe católica se resquebrajara. No quise ver ninguna noticia, no podía, no quería creerlo. Recurrí a la persona más cercana a estos temas en mi familia, mi hermano. Le pregunte si era cierto mediante mensajes de texto. Y su respuesta no hizo más que seguir quebrando mis emociones. Con los ojos ya muy llenos de lágrimas, intentaba no cuestionarme lo incuestionable, pero las preguntas aparecían en mi mente. ¿Qué ha pasado para que el Papa dimita? ¿Dónde está su fe en Dios? ¿Confió mas en ...

Escuchando una canción, llore. Nada inusual en mí existir. Sin embargo, esas lagrimas no eran por cualquier chico que me hacia sufrir. Esa canción que habla acerca de un error sin solución, me llevó a una escena en mi vida, a cuando yo tenía entre 14 o 15 años, un verano, yo echado, a las 10am, en el patio de mi casa (de ese entonces) con mi libro “viaje al centro de la tierra” luego de haber ido a la playa a correr y haber tomado desayuno. Fue un flashback al último verano que mi hermano pasó conmigo. Y esas lagrimas eran porque me vienen ganas enormes de abrazarlo y decirle lo mucho que lo quiero, pero cuando lo tengo al frente, mis palabras se secan en mi garganta o se pierden en mi cabeza y las ganas de abrazarlo se convierten en silencios monstruosos y estresantes. Mi hermano es misionero católico y no vive conmigo desde hace 7 años, radica en Chile. Fue cuando él se fue que comenzaron todos mis problemas de “saber quién soy” y “explorar nuevas cosas”. No tenía a nadie a...

Otra vez la encrucijada se presentó, sentía los muros presionando hacia mí, el aire se volvía ligero, el mundo tomaba los colores de la felicidad ¿Qué era esto que sentía de nuevo? Era el llamado a ser parte del Plan de Dios. Hoy fui con mi hermano (Laico consagrado y Misionero en Chile) a una parroquia a encontrarnos con una amiga de él, Lorena. La encontramos leyendo la Biblia, algo muy común en ese ambiente. Lorena es candidata a ser monja, una chiquilla de 20 años, ojos celestes, castaña, como dirían los héteros: una verdadera perdida para el mundo. Pero yo le diría “un regalo de Dios”. Nos sentamos a conversar, y al momento de que ella comenzó a hablar de su experiencia y lo feliz que es ayudando a los pobres, su cara se iluminaba, hablaba con una emoción alocada, su felicidad contagiaba y yo preguntándome ¿Qué necesito para ser feliz de esa manera? Pero la respuesta siempre la supe. La felicidad reside sola y únicamente en Dios. Dejar todos los problemas mundanos: el ...