Una Lección Mas (Si te duele, es porque te acordarás)
Renegué y renegué
hasta cansarme, me levante y seguí renegando ya no por la elección del protagonista
sino por mi falta de humildad en la que había caído en cuenta. Estaba enojado
conmigo mismo por soberbio, porque se me subieron los humos a la cabeza y no
aceptaba la idea de bajarme como mi entorno me obligaba, estaba decidido a
retirarme del teatro si es que no me daban mas protagonismo del que merecía. Para
pedir consejo hable con mi prima, recalcándole que trataría de ser mejor
persona pero que si no me daban más escenas para aparecer, que ni me vaya a ver
a fin de año. Ella me respondió “aun si sales 1 minuto en toda la obra, yo iré
a verte no porque seas un buen actor, ni familiar mío, sino porque eres una
gran persona”.
Fue ahí que me dio la
idea de convertirme en el amigo malo del protagonista, en su compañero de la
vida que al enterarse cierto hecho en la historia se vuelve un hipócrita desquiciado,
eso me iba a dar la oportunidad de aparecer en mas escenas de la obra, casi
como el protagonista pero con más libertad. El protagonista ya estaba definido
como bueno pero yo tengo la voluntad de hacerme pasar por bueno cuando en
realidad soy el más malo del mundo (en la obra) me dio mucho gusto no ser el
protagonista y me enseñó a salir una vez mas de la adversidad. Sin embargo sigo
luchando contra mi falta de humildad.
Durante toda esa semana
en mi trabajo, mi jefe me había tratado como su sirviente, claro que me paga
pero aun tengo problemas en reconocer mi lugar de asistente. A pesar de ser
mayor que él y con mas cerebro. Me ordena que haga esto o lo otro cuando él está
bien tranquilo hablando por el chat de Facebook o demorándose una eternidad en
el baño, yo trabajo sin descanso, ni veo mi celular, pero él tiene la libertad
de hacer eso y justo parecía que se empeñara en hacerlo cuando yo tengo más
cosas que hacer.
Lastimosamente yo tenía
que aguantar la cólera y siempre sonreír y rezar para que Dios aplacara mi ira.
No fue sino hasta ayer que comprendí que todo esto que me estaba pasando era la
lección que Dios me enviaba para ser humilde, hoy en la misa la lectura del
Evangelio trataba sobre la humildad y yo casi lloro porque era como si Dios me
dijera “esto has aprendido, felicitaciones pero aun te falta, sigue así” tengo
que ser más humilde porque en realidad soy y siempre fui un inútil que soy
guiado y comandado por Dios, soy su títere ya que no puedo hacer nada sin él.
Tengo que mentalizarme
que estoy donde debería estar en estos momentos, que soy un empleado porque aun
no puedo ser jefe, que no soy un protagónico porque no puedo manejar eso aún,
que soy un soberbio en proceso de ser humilde y que hay personas más arriba de
mí que están ahí por algo y aunque tal vez no sea por merito propio, de ellos
puedo aprender mucho, porque ese es mi meta: seguir aprendiendo siempre hasta
el final de mis días. No lograre ser perfecto jamás, pero tengo que llegar a lo
más cerca que Dios me permita. Solo agradezco lo que tengo y pido ser mejor
persona siempre.
Comentarios
Publicar un comentario