24 fuertes, 24 tranquilos y 24 contentos
Ya van no-se-cuantos-años
que vengo escribiendo acá y espero que sean muchos más para seguir viendo mi
progreso, como voy creciendo y como mi personalidad va madurando. Hoy cumplí 24
años y vinieron de la forma más tranquila y pacífica, no como el año pasado que
los recibí tratando de hacer locuras y, la verdad, la única locura fue esa, ya
que no fue buena idea.
Estuve leyendo mis
post cumpleañeros de hace 4 años, el 2011 lo empecé muy bien, pero fue el único
que escribí feliz hasta ahora, ya no tengo lagrimas en los ojos por un amor que
no fue, ya no soy el idiota buscando diversión entre perdición. Ahora soy
solamente Omar. No tengo una definición clara para mí en este momento, pero es
mejor que la de los 2 años anteriores. Me siento tranquilo y contento. Tengo
problemas como cualquiera pero sé que puedo con ellos.
Es así como me responderé a esa pregunta que me
hice hace 365 días. Omar ya no estás en la pastelería con tu amigo Jun.,
hiciste muy buenos amigos ahí pero ese sería tu último trabajo de pastelero, al
menos aquí en Perú. Ahora trabajas para tus papás, tu hermano no es más un
sacerdote y ahora sabes que te gusta mucho actuar y el teatro más que nada,
planeas estudiar canto y te gustan 2 Sebastianes. Te imagino leyendo esto el próximo
5 de mayo y habrás crecido aun más. Me siento orgulloso de ti. Has aprendido
mucho y ahora sabes que tienes fuerzas. Agradezco a Dios por haber llegado
hasta este punto. Tienes que seguir aprendiendo y no sientas miedo, todo el
mundo confabula para que seas feliz, te quiero mucho.
Ahora a disfrutar mis
24 años. El año me queda corto con tantos planes. Seguiré firme… Creo que
encontré la forma de definirme este año: Omar, fuerte y feliz. Suena gracioso
pero así me siento ahora. Después de un par de años al fin llego a un punto en
el que no siento pena y tengo esperanzas sobre el día que viene. Espero seguir
así el próximo año. ¿Qué estaré haciendo con 25 años recién cumplidos? Tengo 365
días para escribirlo. Feliz Cumpleaños a
mí, Omar. Y que sean muchos más.
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