Carta para el hermano ausente

Hola, hoy es tu cumpleaños número 28, y hace 10 años nos dejaste. Siempre me acuerdo de ti, de cómo siempre quisiste sobresalir, fuiste un alma rebelde desde muy chico y lo has demostrado hasta ahora. Tus locuras siempre comienzan con el enojo de mamá y la comprensión de papá, terminan cuando todos asimilamos la locura por sentada, cuando ya estamos sobre el caballo y como familia intentamos hacerte la vida más sencilla, cabalgando tus problemas.

Cuando éramos niños, hubo pocas ocasiones cuando nos llevábamos bien o mal. Generalmente siempre fue una relación de cordialidad, para no sacarnos los ojos, no recuerdo que alguna vez me hayas apoyado en algo, pero no te guardo resentimiento, supongo que así son los hermanos, ya que siempre fue así contigo. De ti aprendí mucho, más que nada a saber que no hacer para molestar a nuestros padres, ya que tú lo hacías a cada rato (y lo sigues haciendo).

Te fuiste de la casa y la verdad es que no me afectó en ese momento, no sentí la pegada hasta mucho después, cuando necesitaba un consejo de alguien contemporáneo, ese momento llegaría cuando yo estuve descubriendo mi camino y tu ya estabas en el tuyo.

No me olvidare cuando en el 2011, a mis 21 años, me hiciste madurar en una sola y mágica mañana en donde mi rumbo como persona empezaba a dibujarse, tú me ayudaste a eso. De ahí en adelante fuiste mi modelo a seguir, mi ídolo y no paraba de hacer cosas para impresionarte cuando me visitaras. Tal vez estuve muy equivocado.

Hoy cumples 28 años y hace 3 meses me dijiste que te olvidara. Y todo lo que alguna vez admiré en ti, ya no existe. Todo lo que alguna vez admiré en ti, lo olvidaste en tu camino, todo lo que alguna vez admire en ti, lo soy yo ahora y mi objetivo será hacer que lo recuerdes. Ya hemos construido nuestros caminos, ya somos hombres formados pero sigo llorando como niño al recordar cuanto te quiero y lo mucho que te extraño.

Estamos separados por distancias geográficas y por un charco infinito que tú has llenado de barro, pero seguimos andando, más distantes que nunca pero unidos por lazos irrompibles como siempre.

Hasta pronto, hermano. Feliz cumpleaños.  


Comentarios

Entradas populares de este blog

Sexo No

El día en que el tiempo se detuvo (por un minuto)

Rendido