Un amor, un impulso.
Fueron muchas semanas las cuales esperé para que sucediera
lo que pasó este fin de semana. Antes de comenzar a poner adjetivos narraré los
hechos: Esteban y yo fuimos un día a un hotel, pasamos la tarde, la noche y la
mañana juntos. Hablamos, nos quisimos, nos conocimos. Fue el día que borró mis
recuerdos anteriores. Al fin pude superar esa noche de enero del 2012, pude
cubrir ese lienzo antiguo con pintura nueva y fresca.
Mi enamorado no será el chico más guapo del mundo pero ha
hecho algo que nadie logró hasta ahora: ha hecho que confié plenamente en él. Puedo
decir que, por fin, estoy seguro en el corazón de alguien. Han sido tantas
pruebas de confianza que he tenido que pasar con Esteban en tan poco tiempo y
tantas muestras de amor por parte de él que hicieron que la noche anterior me
haya podido entregar plenamente a un sentimiento hermoso que hace mucho no
sentía.
Es parte amor, parte admiración, parte orgullo porque hay
una persona tan significativa, tan crecida, tan hermosa a mi lado. No sé que
hice para merecer a alguien como él y no sé si esto durará pero quiero vivir
mis momentos con él, no saltearme ninguno, no adelantarme con ilusiones tontas
(aunque volar es inevitable). Quiero pisar bien firme la tierra, y no temerle
al dolor, al cual ya estoy acostumbrado.
Es así como estoy viviendo el amor una vez más. Un amor
aterrizado esta vez, un amor por el cual lucharé, ya que al parecer no la
tendré fácil por factores externos a nosotros. Estoy feliz y lucharé por mi
felicidad hasta que Dios me lo permita. Quiero decir en unos años que estoy
orgulloso de mi mismo por haber luchado, será complicado pero este es mi año,
he llegado hasta este punto porque ya estoy preparado a enfrentar esto que se
me viene. Ya no mas rituales para tiempos difíciles, estoy listo.
Comentarios
Publicar un comentario