Luz palpable
And I keep on smiling, keep on moving. Can’t stand still…
Esa canción y específicamente esa parte fue mi himno, mi
lema. La canción que era parte de mi vida y que se volvió mi vida bastante
tiempo. Tenía que seguir sonriendo, seguirme moviendo, no podía parar porque
sino la depresión y los pensamientos me comerían y varias veces lo hicieron.
Pero que hermoso es tener amigos para poder hablar y así poder hablar.
Han sido días complejos como nunca los había sentido en mi
vida. Ha sido todo un periodo de lágrimas y descubrimiento (y sigo descubriendo)
y seguiré deprimiéndome y quejándome de todo lo que me rodea pero habrán
momentos como este en que agradeceré esas piedras en mi camino, esos tropiezos,
caídas y embarradas en mi propia porquería.
Son estos momentos en los que mi alma, mi cuerpo y mi
memoria hacen reinicio y veo lo qye he crecido, lo que pude ver dentro de mi
oscuridad y puedo darme la mano, ese abrazo que necesito de mí y que en ese
abrazo está presente Dios, mi familia, mis muertos y mis ángeles.
Me gustaría permanecer así para siempre pero sé que mañana será
pesado otra vez y que querré que me trague la tierra. Sin embargo, estas noches
me dan nuevas armas para combatir mis demonios: la música, la oración, el amor
de mí para mí.
Sacar lo que tengo adentro en este “nuevo” blog y con
desahogándome con mis amigos me ha hecho descubrir cosas que cada día veo más
claras. Primero, que mi necesidad de tener a Christian a mi lado es porque me
siento mal solo y con miedo de no volver a amar de la misma forma, pero el
aceptar mis inseguridades y saber que están ahí y poder verlas en su monstruosa
belleza es para mí el primer paso para solucionarlas.
Segundo, aceptar que tengo que esperar. Me lo ha dicho Dios,
el mundo, mis amigos, yo mismo pero yo de terco no quiero entenderlo y me
cierro en mis caprichos. Hasta en sueños he tenido que escuchar “es mejor que
esperes” y quien me lo decía era la hermana de Christian. No sé lo que espero,
pero me da alegría saber que algo viene, no sé cómo y no sé cuando pero estoy
esperando sentado y tratando de no desesperarme.
A la vez, en este segundo punto quiero agregar el miedo que
tengo a apresurarme y perder esa posibilidad de nuevas historias en mi vida.
Imaginemos que me hubiera vuelto loco y le hubiera dicho a Chris que quería
volver con él y que él en su locura me haya dicho que sí. Hubiera perdido esa
posibilidad de seguir esperando esperanzado mi destino, el cual es, quizás;
morirme mañana, pero saber que estoy muriendo esperando eso quizás sea la solución
y la muerte era eso que esperaba. Solo Dios sabe.
Tercero, aceptar mi construcción personal descubriendo estas
cosas de mi mismo y pensar que podría derrumbar todo lo poco que he construido en
base a mi dolor y lágrimas me aterra. Lo que me repito para esto es: lo que es
para mí vendrá en su preciso momento. Sea quien sea vendrá y lo amaré y él me
amará y seremos felices.
De todas formas, me gustaría levantarme un día y no estar al
pendiente de mi celular pensando que es Christian escribiendo y lo más chistoso
es que me escribe cuando yo no estoy atento al celular.
Agradezco tanto este dolor que me está construyendo,
agradezco esos momentos en los que me quise morir y que un beso de Chris me
reviva, porque nunca vino y me tuve que levantar solo con ayuda de Dios y sus
ángeles. Quiero amarme como Dios me ama y no estar dependiendo de nadie que me
haga sentir bien. Y estoy seguro que un montón de gente quiere eso y siento que
descubrí la pólvora y me quedo corto. Quiero hacer de mí alguien que sepa qué es
lo que quiere alguien seguro, alguien que transmita paz, alguien que ayude,
alguien a quien Cristo vea tan atractivo espiritualmente que quiera venir a
descansar en mí, quiero darle cobijo a mi Señor y yo recostar mi cabeza en su
pecho y morir de amor.
}
Muero de amor…
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