Esas Noches que no Mueren


Los recuerdos aun vagan en mi mente, una noche que jamás olvidare y de la cual ahora sufro su amanecer. Fueron demasiados momentos, sensaciones y sentimientos, los cuales pensé no vivir o me juré no sentir; sin embargo, todo cayó por su propio peso. Fue otra vez un 17 y 18 de un mes, que no importa el nombre. Son esos 2 días que han marcado mi vida.

Aún siento su olor en mi cuerpo, el sabor de su boca en la mía. Sus ojos negros como ese mar en esa noche, observando mi vida desde mis pupilas. Esa noche… no sé como comenzó. Tan arriesgado fui para hacer lo que hice, un poco de alcohol siempre es bueno para encarar la adversidad y verle el lado gracioso a la timidez. Una señora de recepcionista dándonos una habitación tan perfecta para 2 almas en busca de un abrazo. Un abrazo tan mío y ajeno como lo es él.

Me deje llevar, no pensar era mi objetivo. Si lo hacía, moriría de pena en ese mismo instante. Es así como mi cerebro se apagó pero mi corazón guiado por su rebeldía, no me dejó en paz y creo que no lo piensa hacer. Floreció la última flor de un arbusto lleno de espinas. Los sentimientos se asentaron. Cada caricia un día más para sufrir por él.

Comenzamos con pasos de bebé, como adolescentes ingenuos e inexpertos, así empezó la noche que me haría olvidar las noches anteriores, la sinceridad y el hecho de saber que se definiría algo que significada todo y nada a la vez. Antes de que el reloj nos avisara el final, entrelazados en un abrazo único nos hablamos con miradas, él, tal vez mirando el laberinto que se ha vuelto su vida y yo inventado hechizos para darle la tranquilidad que necesita y para retenerlo siempre a mi lado. Como siempre no funcionaran.

Así terminó esa noche inmortal, donde los duendes y gnomos de la primavera actuaron al fin en mi favor. Así se comienza a despedir esta estación que tanto me odia. Fue tan condescendiente y se lo agradezco demasiado, aun queda un trecho más. Quizás solo encuentre espinas y flores justo al final. No lo sé. Estas noches, tan raras en mi existencia, son las que siempre guardare en la memoria y a las que siempre regresaré cuando busque la fortaleza para sobrevivir al estropicio, cuando busque un lugar feliz en mis recuerdos. 


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