Otro cruce en los caminos
Tenían que pasar un
par de años hasta que lo volviera a ver, la ultima vez me moría de vergüenza,
recuerdo que me puse rojo cual tomate, y no despegaba la cara del computador
donde digitaba. Ahora sucedió casi lo mismo, excepto que ya no me dio vergüenza
y anduve contento por volver a verlo, el no m vio, pero yo si a él. O ¿Quién sabe?
Tal vez si me vio.
Hablo de Marcos, ese
flechazo que me cautivo meses en el 2008, hace ya 6 años. Me estoy poniendo
viejo, y creo que me gusta envejecer. Creo que hable de él hace años en esta página,
estoy seguro que sí (…) fue en marzo del 2012, ahora ya no me arrepiento de
tener un diario de mi vida, es tan genial volver atrás en tu vida. Pero bueno,
volviendo a Marcos, hoy lo vi, todos los momentos en que miraba su cara en el
2008 se fusionaron en uno, estaba viendo de nuevo esa cara blanca como el
papel, con los ojos bien negros, y labios rojos, Blancanieves en versión masculina.
No había cambiado, tal
vez el pelo más corto, pero sigue igual que antes. Hablando entre dientes y
caminando anchando la espalda como si la impulsara a crecer. Era el mismo
Marcos de hace 6 años, de quien añoraba su presencia, a quien quise tanto en
secreto, y por quien veía las calles a ver si aparecía en alguna esquina. Tantas
tonterías de un amor juvenil. Y el amor juvenil se materializo en ese instante,
sin embargo, habían pasado ya 6 años, mis ojos ya lloraron por alguien más, mis
recuerdos suspiran por otras personas, él no ha cambiado.
Se alejó, dejé de oír
su voz, se fue. Ya no soy el que pensaba que las hadas eran tan poderosas que
me unirían a él sin importar cuando, donde o como. He pisado tierra y el golpe
al caer en ella me ha hecho realista. No puedo cerrar etapas en mi vida. No creo
en los cierres, porque cuando menos lo esperas se abren de nuevo y todo un
mundo empieza desde ahí. No sé qué pasará en el futuro, ya no me preocupo por
él. Solo sigamos el camino, o mejor aún hagámoslo al caminar.
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