Cuando los amantes se alínean y los violines suenan
Vi a un chico tan simpático, tenía todas las cualidades q m gustan en uno y una de sus virtudes más importantes, toca violín en la orquesta sinfónica de Lima. Al fin alguien me hizo olvidar que estaba atado a un amor insano.
Era alto, cabello enrulado, ojos pardos, tenía algo de barba, de complexión normal. ¿Su nombre? Lo más triste de todo esto es q no lo sé. Las señales eran claras esa tarde, vi a mi ex, Paco, sentado por donde yo paso en mi recorrido habitual cuando quiero pensar, reconocí a una joven a la cual besé y casi pasan más cosas en una noche donde el alcohol nublo mi raciocinio, me encontré con el amor de mi vida, al bajar del bus, no lo había notado, pero maldije haberlo hecho. Algo no iba bien y no me daba cuenta.
Llegue a mi casa al anochecer, después del trabajo y de visitar a mi tía en mis cuarteles de invierno (post anterior). Entro a mi cuarto y no sé como escucho música clásica ¡La orquesta sinfónica! Recordé que mi tía me había mencionado que irían a tocar en la Parroquia que está justo al frente de mi casa. Baje corriendo, le avise a mi papá, que estaba cocinando la cena y dejo todo por seguirme a verlos. Llegamos a la Parroquia, nos sentamos y escuchaba la mejor música del mundo tocada por flautas, trompetas y clarinetes.
La música sonaba, yo pensaba en nada observando a los músicos, prendido de él. En una parte lo vi levantar su cabeza y cruzar miradas conmigo una vez más, note su nerviosismo un segundo, perdió el compas de la sinfonía, hacia muecas excusándose de su confusión, yo me sentía algo culpable de ese error. Evitaba fijarme en el, era una tarea imposible. Seguí volando al compas de su violín.
Se acabo el recital, quería hablarle, felicitarle, decirle que extrañamente su cara me parecía familiar. Pienso hasta ahora que vive cerca de mi casa, su cara me parece haberla visto por mi calle, en compañía de otros chicos. No puedo asegurarlo. Lo espere fuera de la parroquia, nunca había hecho algo así pero es memorable mi acto, el chico debe ser alguien especial. Algo en él me dio coraje para hacerlo, aun no se que fue.
Sin embargo, el coraje fue en vano, después de 10 minutos salió acompañado por sus amigos y me negué a seguirlo, antepuse mi dignidad, le lance una última mirada, la cual él correspondió. Me fui a mi casa, o sea en la esquina, y por mi ventana trate de ubicarlo. Solo se veía su silueta a lo lejos. Con un sentimiento de derrota escribo esto, esperando y confiando volver a verlo. Si no es así, una buena noche de sueño lo borrara de mi memoria...
Comentarios
Publicar un comentario