Buen camino a la locura
Este post iba a ser
una retahíla mas de mis depresiones, de cómo encontré a mi nuevo mejor amigo justo
cuando más lo necesitaba y lo pedía a gritos al cielo; y de cómo (una vez mas)
se me escapan las amistades como arena de la mano. No sé si será buena o mala
suerte, las cosas suceden por ciertas razones que en un futuro sabremos
entender. No entiendo aún porque suceden estas cosas, ¿Por qué los amigos se me
van?
¿Por qué no tengo amigos hombres? Es algo que tendré que descubrir a lo
largo de este proceso.
Su nombre es como el
de cierta persona que jure borrar de mi blog. Comienza con “J” y termina en
“orge”.
Al parecer este nombre es mi bendición/maldición este año, es así como
se llama mi ex-bff también, el cual perdí entre plumas y lentejuelas de cierto
lugar sin esperanza. Con este nuevo Jorge todo empezó y continúa siendo una
forma rara de ver a un mejor amigo. Estudiamos en el mismo salón de clases, nos
gustaba la misma persona (alguien que tal vez mencione en algún post reciente,
sin embargo nos fuimos conociendo y encontramos que teníamos muchas cosas en
común, más que el simple gusto por ese hombre de edad indescifrable e
inteligencia perdida, que estudia con nosotros.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnuKyVjjV3aYijRnaSY0v8jMOkdNKX3QBrIBm5XxlBJHcwdNC0C_ofuDLndKNl6tmbyZkLTRIjOe6RLLf1zKuf1Fjgoqc-yoE0NAirMTdbRQbeN6O5rBF-FO_XUHnKOkowjZG9qUGGHLk/s320/bipolar.jpg)
Quise escribir esto
hace días, pero me contuve hasta este fin de semana porque salí con él y sabia
que pasarían cosas dignas de narrar y recordar. No me adelantaré hasta contar
esta escena que sucedió hace una semana. Después de clases nuestra amiga nos
lleva hasta cierto punto en nuestro recorrido de regreso a casa, ese día fuimos
4 personas incluyendo a la dueña del auto. Jorge y yo atrás, yo con una
curiosidad de sentir como era sujetar su mano con la mía, de sentir un abrazo
de él y un beso de su boca. Bueno solo sucedió lo primero y fue muy buen
momento. Los abrazos nos los damos todos los días que nos vemos y el beso
sucedió el pasado fin de semana.
Nos citamos a cierta
hora supuestamente para salir a divertirnos, tomar algo y bailar. Yo iba con un
plan diseñado, a prueba de imprevistos. Solo era cuestión de conseguirme un par
de tragos, uno fuerte para mí y armarme de valor para quitarme la curiosidad
asfixiante de darle un beso a ese ser de cuerpo delicado, facciones masculinas
e indefenso contra ataques del corazón. Y así sucedió, claro que me tomo más de
lo que estimé. Al fin bese a mi mejor amigo y se sintió tan genial poder
quitarme de encima ese pensamiento.
Creo que desde ese
momento lo quiero más, se que seremos amigos un poco más de tiempo, el se irá y
al final (como siempre sucede) yo perderé contacto con él y la ausencia tan
pesada que es estar in saber todo el día, se volverá como el aire que respiro después
de perderle el rastro a ese hombre que debió llegar a mi vida un poco antes.
No puedo pensar esto
sin que el llanto se asome a mis ojos, aun no me explico por qué. ¿Será porque
siento más que amistad por él? No lo creo en realidad. Sé que como una pareja
no funcionaríamos, tenemos el mismo gusto en hombres y no calzamos para nada en
él. Por el momento solo se que lo extrañare demasiado… Uno más que se irá.
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