Nivel 12.1: Hecho... Nuevo Personaje Desbloqueado
Este post iba a ser
una retahíla mas de mis depresiones, de cómo encontré a mi nuevo mejor amigo justo
cuando más lo necesitaba y lo pedía a gritos al cielo; y de cómo (una vez mas)
se me escapan las amistades como arena de la mano. No sé si será buena o mala
suerte, las cosas suceden por ciertas razones que en un futuro sabremos
entender. No entiendo aún porque suceden estas cosas, ¿Por qué los amigos se me
van? ¿Por qué no tengo amigos hombres? Es algo que tendré que descubrir a lo
largo de este proceso.
Su nombre es como el
de cierta persona que jure borrar de mi blog. Comienza con “J” y termina en “orge”.
Al parecer este nombre es mi bendición/maldición este año, es así como se llama
mi ex-bff también, el cual perdí entre plumas y lentejuelas de cierto lugar sin
esperanza. Con este nuevo Jorge todo empezó y continúa siendo una forma rara de
ver a un mejor amigo. Estudiamos en el mismo salón de clases, nos gustaba la
misma persona (alguien que tal vez mencione en algún post reciente, sin embargo
nos fuimos conociendo y encontramos que teníamos muchas cosas en común, más que
el simple gusto por ese hombre de edad indescifrable e inteligencia perdida,
que estudia con nosotros.
Me hice muy cercano a
él y más aun cuando me conto su relación fallida de 5 años que terminó hace 2
meses, pude ver su lado más sensible y lo quise aún más. Nuestra relación amical
fue sincera desde el inicio. Y nos seguimos sincerando con el tiempo. Ahora sabemos
que yo siempre, hasta ahora, quise besarlo y yo se que gusto de mí en algún
momento. Nos escribimos todos los días, casi a cada hora, su presencia se ha
hecho tangible en mí día a día. Nos preocupamos mucho uno del otro, nos decimos
apodos como “amor” o “esposo”; es como tener pareja sin tenerla. Por eso digo
que nuestra relación amical es algo rara o muy diferente a las que he tenido
hasta ahora.
Quise escribir esto
hace días, pero me contuve hasta este fin de semana porque salí con él y sabia
que pasarían cosas dignas de narrar y recordar. No me adelantaré hasta contar
esta escena que sucedió hace una semana. Después de clases nuestra amiga nos
lleva hasta cierto punto en nuestro recorrido de regreso a casa, ese día fuimos
4 personas incluyendo a la dueña del auto. Jorge y yo atrás, yo con una
curiosidad de sentir como era sujetar su mano con la mía, de sentir un abrazo de
él y un beso de su boca. Bueno solo sucedió lo primero y fue muy buen momento. Los
abrazos nos los damos todos los días que nos vemos y el beso sucedió el pasado
fin de semana.
Nos citamos a cierta
hora supuestamente para salir a divertirnos, tomar algo y bailar. Yo iba con un
plan diseñado, a prueba de imprevistos. Solo era cuestión de conseguirme un par
de tragos, uno fuerte para mí y armarme de valor para quitarme la curiosidad
asfixiante de darle un beso a ese ser de cuerpo delicado, facciones masculinas
e indefenso contra ataques del corazón. Y así sucedió, claro que me tomo más de
lo que estimé. Al fin bese a mi mejor amigo y se sintió tan genial poder
quitarme de encima ese pensamiento.
Creo que desde ese
momento lo quiero más, se que seremos amigos un poco más de tiempo, el se irá y
al final (como siempre sucede) yo perderé contacto con él y la ausencia tan
pesada que es estar in saber todo el día, se volverá como el aire que respiro
después de perderle el rastro a ese hombre que debió llegar a mi vida un poco
antes.
No puedo pensar esto
sin que el llanto se asome a mis ojos, aun no me explico por qué. ¿Será porque siento
más que amistad por él? No lo creo en realidad. Sé que como una pareja no funcionaríamos,
tenemos el mismo gusto en hombres y no calzamos para nada en él. Por el momento
solo se que lo extrañare demasiado… Uno más que se irá.
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