Lo bueno, lo malo y lo feo
En un segundo se me
han ido 3 momentos que quería compartir en el blog. 3 momentos que no me hubieran
gustado que se vayan tan fáciles, por un error al poner clic. No quiero volver
a escribirlas porque en este momento me parece tortuoso hacerlo, es tener que
vivirlas de nuevo para poder plasmarlas, y las lágrimas me acompañan. Debe ser
una señal.
(11/06) El primero era
una salida de las tantas que tuve con Sebas, una que me pareció súper linda. En
primer lugar porque se hizo un viaje enorme para ir a verme a Miraflores, me pareció
súper genial el detalle, luego comimos, y aunque no pudimos terminar el me dijo
“nadie ha hecho tanto por mí, como tú” y fui feliz. Cada vez q m decía cosas así
yo me sonrojaba y saltaba de alegría internamente. Eran momentos demasiado
buenos. Luego cuando terminamos de comer, salimos a caminar, y lo llamo su ex,
me sentí un poco incomodo porque volvieron los malditos recuerdos a mi cabeza. Las
cicatrices comenzaron a doler y lo único en que podía pensar era una que otra canción
para evadir el momento.
Terminó de hablar con
su ex y noto mi incomodidad, me hizo saber que el ya no quería volver con su ex
y nos prometimos sinceridad absoluta y seguimos caminando como si nada hubiera
sucedido, jugando entre nosotros y extrañándonos incluso sin habernos separado
aun.
(14/06) El segundo
momento que tenía que escribir sucedió ayer. Me encontré con él en Barranco y
caminamos hasta Miraflores, iba a ser una salida de lo más común si yo no
hubiera planeado algo antes, fue así como lo convencí en ir hasta un lugar
donde seriamos completamente libres. Y fuimos libres y felices. Queriéndonos y
hablando y durmiendo. Fue la salida más bonita que he tenido con él, porque
disfrutamos de nosotros mismos sin temor a nada. Una tarde soleada de junio que
comenzó con temor y término con la satisfacción y felicidad plena antes de
dormir. Lastimosamente el día murió y con la tal vez, murió mi
corazón.
Hoy ha sido
todo lo contrario a ayer, hemos hablado normal pero mi maldito cerebro siente
que algo no está bien, otra vez las heridas se abren y sienten la frialdad de
la otra persona. Tengo miedo que otra vez me digan “enfríate” y yo tenga que
terminar la relación que nunca comenzó. Me siento mal, siento que ya todo se ha
enfriado y en horas. No siento que sea por un factor externo, más bien es algo
de lo que nunca me cuidé, tal vez soy yo mismo. Ya no sé nada. Estoy llorando y
queriendo buscar respuestas, no sé qué hacer, me angustia todo. Lo extraño
mucho pero si se lo repito caeré pesado. Ya se lo dije una vez y me respondió “yo
también”… ¿YO TAMBIEN QUE? A este ritmo adelgazare demasiado. O ¿porque
simplemente no me relajo y mando todo a la mierda? Debería hacer eso. Antes de
que me lo digan de nuevo, me enfriare, aunque me duela y se me parta el corazón
a la mitad.
Comentarios
Publicar un comentario