A la espera de la promesa
¿Buena o mala suerte que
me esté pasando esto? Puede ser buena, para no llegar a saturarme, para no
aburrirme tan rápido de Esteban. Mala suerte porque está rumbo a La Antártida
hasta las últimas semanas de febrero y no podre verlo o comunicarme como quiero
con él hasta entonces.
Uds. ya saben la
historia que se repite una y otra vez con cada uno de los gustos que tengo. Cada
vez que me voy directamente contra una pared, cada vez me qué digo que lo estoy
haciendo diferente, cuando en realidad, hago la misma estupidez de siempre. Ahora no diré nada, ya acepté que no soy de
las personas que no se ilusionan, que cada vez que me dicen algo bonito, me voy
volando a la nube 9 y poco a poco voy cayendo o simplemente me bajan sin aviso.
Esta vez quiero que
sea diferente, quiero caer enamorado de nuevo ¿Qué puedo hacer para eso? Por ahora,
esperar a que Esteban vuelva. Me acaba de decir que tiene que verme cara a cara
para hablar de nosotros seriamente; que, desde ya, piensa mucho en mí, y que planea
a la larga ser mi flaco. Yo también así lo deseo. Pero ¿y si vuelve sin ganas? Es
una posibilidad, puede suceder.
Hoy decidí no hacer nada que pueda malograr la
espera, yo seré como el novio fiel que espera a que su novio llegue para amarse
nuevamente juntos. Tengo que concentrarme en mis objetivos y así lo malo se
alejará y el tiempo se hará cortísimo. Los pensamientos negativos me atacarán y
los aprenderé a sobrellevar, no me derrumbaré ni me abandonaré a la depresión. He
sobrevivido hasta ahora y pretendo seguirlo haciendo.
Ahora sí, la espera
empezó… Que Dios me ayude.
Comentarios
Publicar un comentario