Corazón perdido... Se ofrece recompensa

Miedo a hacer daño, a salir herido, a ser infiel, a llorar por los recuerdos, a vivir con ellos. Tal vez esas sean algunas de las razones por las cuales no puedo ser pareja de alguien. Envidio tanto a las parejas q se aman, que viven felices, que se tienen uno al otro, que casi nunca pelean, que se comprenden, que no se exigen más de lo que pueden dar. 

Eso es una relación para mí, encontrar a alguien y explicarle todas estas cosas y que no salga huyendo es casi imposible. Es como firmar un prenupcial solo que sin firma y sin la formalidad. Expongo mis derechos y deberes pero la otra parte también los tiene y hay que atenerse a ellos, pero ¿Qué pasa cuando quieres y no puedes? ¿Cuándo el entorno no te lo permite? ¿Dónde queda el uno y el otro? Con esas preguntas comienza una relación de tira y jala que siempre termina lastimando al más vulnerable.

¿El amor existe aun para mí? Nadie lo sabe solo Dios.

¿Dónde empiezo a buscar? No lo busques, llegará

¿Cuánto espero? Aparecerá cuando menos lo esperes.

¿Quién es? Quien menos te imagines.

Tan incierto es todo esto y son tantas las ganas de amar y ser amado.

  

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