Cuestión de empaques

¿Que me paso? Ya no soy el de antes, el que se enamoraba de la persona que solamente me daba amor y cariño, sea como sea. Las caras no importaban, los cuerpos eran lo de menos, solo la capacidad de amar era lo importante. Ahora las cosas han cambiado para mal. Estoy sobreponiendo caras y cuerpos sobre el sentimiento más bonito del mundo.

Esta semana salí con Marcos por segunda vez, a un desfile de modas, un evento al cual nunca me imagine asistir y el cual irónicamente representa la frivolidad de la belleza. Pero se dio y fuimos junto con su amigo (el cual es un idiota que se cree un  sabelotodo). Durante el tiempo que estuvimos caminando y hablando, en mi cabeza estaba tratando de averiguar que de malo tiene Marcos para que no me atraiga como antes me atraían otras personas que con solo decirme que yo era lo más lindo del mundo, ya estaba a sus pies

La única respuesta que me pude imaginar fue “el empaque”. Marcos es chiquito, no tiene la cara de un cuero de telenovela, es algo gordito y un poquito amanerado. Pero he tenido parejas así, que me ponían el mundo a los pies como lo puede hacer Marcos ¿y ahora qué hago? Miro a otras personas que son los típicos “príncipe azul” pero huecos, y digo que nada malo puede salir de esos gustos pero sigo terco con ellos.

¿Dónde quedo ese Omar al que no le importaban las apariencias? Creo que fue muriendo al recibir elogios por mi “cara bonita”, fue muriendo al verme mucho al espejo, fue muriendo cuando deje salir mi lado horrible. Murió. No quiero ser así. Quiero enamorarme de verdad sin importar la caja en la que venga el amor. Quiero dejar de lado la superficialidad, a la timidez, el prejuicio. Todo lo que me hace ser así. Perderé la oportunidad de estar con un gran chico por mi estupidez, me arrepentiré.

Y es así como me gusta este chico de mi trabajo que es simpático, con buen cuerpo pero creo que esta algo vacío. Creo que si él me dijera que soy lindo, me ilusionaría a la primera. La superficialidad me ha poseído por completo.