Un Enano para un Descosido

Hace días Marcos me invito a salir al cine, era un día viernes a las 9:30. Yo no sabía si iba a poder ir. Uno, porque el sentimiento de culpa (inculcado por mi madre) que sentía al salir un día de semana y volver tarde me estresa, debido a que mis papás no descansan bien hasta que yo llegue. Y dos, porque mi trabajo tal vez no me iba a dejar salir temprano.

Dicho y hecho, el trabajo me obligo a quedarme hasta las 6 de la tarde y todo el itinerario que había armado para poder ir se me fue al cacho. Me ponía mal por cierto punto, porque, no quería fallarle a Marcos, aunque el lugar de la cita era muy lejos para mí; pero felizmente no fui, ya que el salió tarde de su chamba (10:30 maso).

Yo le había mandado un mensaje que decía que le iba a estar llamando para q sepa q ya no iba. El me respondió y m dijo: normalazo (blah blah blah) soy muy comprensivo (blah blah). (Y aki viene lo que me mató). Me estaba despidiendo y entonces me comienza a hablar rápido: ya nos vemos, cuídate mucho un abrazo… te quiero. Después de eso último me colgó así sin más. Y yo me quede baboso, porque me colgó y además porque me dijo: … te quiero…

No pensé que lo diría hasta mucho después de que saliéramos más veces, pero al parecer me quiere mucho (jajaja)… después de eso no supe más de él hasta después, pero eso ya es otra historia… ;D


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