Miss Frank viene a ayudarme
Y entonces llega Ana. Esta chiquilla de 15 años que,
encerrada en su anexo me invita a ser feliz y no de la forma en la que yo he
estado haciendo. No soportando todo como un Atlas con el mundo a sus espaldas,
sino fijándome en la belleza de todo, en la belleza que hay en mí mismo y en lo
que he conseguido hasta ahora.
Quisiera ahondar más en mi pena para saber su verdadera
causa, ya que, no estoy seguro si es la ausencia de Chris; creo más bien, que
Christian representa algo en mi vida, una carencia que alguna vez fue llenada
por él y que ahora que no lo tengo al lado, la sensación es similar al síndrome
de abstinencia de una persona camino a estar limpia.
Ana me ha hablado y me ha dicho algo que ya sabía y que
había olvidado, algo que yo he aconsejado y no me lo había dicho a mí mismo:
Mirar adentro de uno y maravillarse con lo que tenemos adentro y con lo que sí
tenemos alrededor y, por último no perder nuestro horizonte, ese objetivo tan
prometedor que nos hemos trazado.
Por mi lado, supongo que, por ahora, seguiré llorando un
poco más. Siento que aún extraño la compañía de Christian, pero no quiero
lamentar más mi decisión ni mi soledad. En mi fragilidad Voy a tener muchas
caídas, sin embargo quiero levantarme en todas. Esto no me vencerá. Ahora solo
toca creérmelo.
Comentarios
Publicar un comentario