Palabras confinadas: comer, rezar, amar.



Ayer vi una película que se llama “Comer, Rezar, Amar”. Julia Roberts interpreta a Liz, una chica en sus últimos 30s que se escapa de su mundo para saber que es lo que en verdad quiere. Después de 1 matrimonio fallido y un noviazgo que pensaba que necesitaba, no se hallaba a si misma. Quiere encontrarse con “eso” que le falta y viaja a Italia, India e Indonesia.

Durante este proceso de viaje encuentra el equilibrio para su vida y me inspiró a ver algunas cosas mías desde otra perspectiva. Por ejemplo, en su matrimonio fallido de 8 años en donde ella no se sentía satisfecha por cuestiones de la personalidad de su esposo y porque ella busca algo más, me vi a mí y a Chris. Yo, buscando algo más de mi vida queriendo gritarlo a los 4 vientos y Chris no dándose cuenta de nada porque tiendo a mimetizarme con las situaciones y escondo mis emociones muy bien.

Liz piensa que una relación nueva con un chico entretenido y espiritual sería la solución, sin embargo la relación se hace tortuosa porque estaba cometiendo los mismos errores que hizo en su matrimonio, se desdibujaba a ella misma para estar feliz con el mundo.

Llega a Italia, renunciando a su vida, a sus cosas, a su carrera de escritora y dejando atrás la relación con su novio y ex esposo para buscar el equilibrio con ella misma. Luego continua su viaje a la India e Indonesia donde puede ubicarse en medio de su caos para poder estar equilibrada.
Frases que dijeron en la película me hicieron pensar muchas cosas y aquí van algunas de mis reflexiones sobre ellas.

Seamos miserables juntos pero felices de no estar separados. Es lo que pienso que quiero con Chris. Una parte de mí me dice “déjalo ir, es lo mejor” pero mi terquedad aún me dice que lo intente a pesar de que la herida nueva sea peor que la que ya tenemos.

Esa parte “sensata” me dice que es suficiente, que espere un poco más, que lo mejor está por venir. Sin embargo, estas ruinas (de la relación) son una herida abierta y preciosa, mi corazón roto que no quiero soltar porque su dolor me hace bien. No quiero quedarme para siempre cargando corazones rotos, no quiero llegar a los 40 con la misma inmadurez de no saber a dónde voy ni que es lo que quiero. No quiero encariñarme con mis ruinas más tiempo.

Aquí es donde veo mis ruinas para abrirme paso a la transformación y hay que estar preparado para esas transformaciones porque son olas constantes de cambio, y ese cambio trae destrucción y le temo a esa destrucción porque he vivido muy cómodo hasta ahora, esa comodidad y placer hicieron que yo me pierda a mí mismo.

Tengo que aprender a vivir con ese cambio y a perdonarme por mis errores, si pudiera perdonarme por esos errores cometidos y dejar de pensar en ellos habría mas espacio en mi corazón donde el amor y Dios entrarían corriendo para llenarlo.

Y esas eran las frases y algunas reflexiones que se me ocurrieron al escucharlas en la película. A modo de conclusión tengo que decir que me da miedo nunca encontrar ese balance de adultez que busco. No se como dejar de ser un niño y no se como ser adulto. No me siento capaz de envejecer y madurar porque hay tanto que escondo y que no hablo.

No se a donde voy a acabar. No se a donde ir pero necesito encontrarme conmigo mismo para saber a donde necesito dirigirme y que es lo que quiero. Pero vivo en base a otros y en base a lo que otros necesitan de mí. Ya no puedo soportarlo por mucho tiempo más, pero no se puede hacer más.

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