Variedades de un amoroso sufrimiento


Durante estos días he tenido muchas ganas de escribir historias, de lo que pienso, de cómo vivo; pero el sueño me ganaba o la inquietud y me ponía a dormir. Hoy he tenido la inspiración y quisiera contarte como me ha ido durante estos días y vamos a ver a donde termino.

Hace días, la última noche de gran nostalgia, el día en que Netflix ponía en streaming la tercera y última temporada de Dark tuve una conversación (imaginaria) con Chris. ¿Por qué? ¿Cómo? Te preguntarás. Es que nosotros veíamos esa serie juntos y esa sería la ultima temporada que veríamos de igual forma, juntos, pero como ya sabes, no se dio de esa forma.

De todas maneras, habíamos quedado días antes para verla juntos y tampoco se dio porque el tenía cosas que hacer y yo también (tenía catequesis al día siguiente y no había preparado la clase). Lo pospusimos. Llegó el lunes que era feriado, y me dijo que no estaba mentalmente preparado para ver esa temporada aún. Quise creer que le traía mucha recuerdos de nosotros, como a mí me pasaba. Nunca lo sabré quizás pero me quiero quedar con ese pensamiento.

Esa noche nostálgica que comento líneas arriba, estaba cansado, tenía sueño y eso ayudó a mi imaginación a crear el escenario: Éramos nosotros viendo Dark, cada uno en su cuarto, y terminado el capítulo el decide hablar de lo que nos pasó. A lo que yo respondía en mi argumento final y con lágrimas en los ojos (que se transformaron en lágrimas reales) que todo lo que hice ese 14 de marzo, lo hice por amor hacia él.

Palabras precisas: “Lo hice porque te amaba y no quería que pasaras una eternidad en el infierno por mi culpa, no me retracto por ese mismo amor que te tengo aún. Y es que, sí, aún te amo y no quiero que nada malo te pase acá o en la eternidad. Te amo tanto que acepté todo esto por eso que siento”.

Y yo lloraba hablando en mi imaginación, y lloraba imaginando y creo que ahora al escribirlo las lágrimas se asomaron. Tal vez sea así y es mi amor puro el que habla. No podría decirlo aún. No he llegado a esa profundidad de mi mismo, tengo que explorar más. No sé si lo ame todavía.
Me levanté al día siguiente con ánimos renovados. Lleno de mí mismo, no me faltaba nada y no extrañaba a nadie. Ese fue el día que vi “Elizabeth, La Edad De Oro”, el día que entendí hacia dónde dirigir mi amor, por ahora.

Luego vendrían los 2 días en que creía haber superado todo y quise escribir las fases de mi proceso de superación del rompimiento que empezaban con la fase de La Obnubilación, esa fase, que me duró como 2 meses, en la que no sentía nada de dolor ni remordimiento por haber terminado con Chris hasta que apareció José Luis (su ex fallecido) en mi Instagram y todo me cayó como balde de agua helada.

Aún sigo creyendo que la parte dolorosa esta superada, aunque admito que, a veces, extraño a Chris; que es lo usual, supongo. Sin embargo hoy caigo en la cuenta que en la fase que llamo La Obnubilación, tiene más de El Alivio que de lo otro. Es que caigo en la cuenta hace instantes que la causa de que yo no sintiera nada durante esos 2 primeros meses de rompimiento fue porque yo estaba harto de Christian, no pensaba en él porque ya estaba saturado de todo él. Fue como mi proceso de desintoxicación de una resaca terrible. De ahí viene El Golpe, La Pena, El Sufrimiento, La Nostalgia y El Ascenso. Cada uno explicado mejor en futuros post, tal vez.

Hoy le comentaba a mi mamá, en son de broma, que tenía que soportar algunas cosas en el trabajo solo por cariño. Lo que había me hizo dar cuenta en ese instante, que no era broma lo que decía. No me gusta mi trabajo y ciertamente lo padezco todos los días desde hace ya casi 7 años, hasta rechacé una oferta de trabajo en una compañía donde podía aplicar lo que había estudiado por ayudar a mis padres en su trabajo. No me arrepiento (tan seguido).

La respuesta a la broma fue una frase de mi mamá “Cosas peores tendrás que aguantar”. Y en efecto, este año he aprendido a que el amor duele mucho pero que vendrán situaciones en las que querré destruir el mundo por el dolor que me causará este amor. Que Dios y la Virgen me sostengan durante esos tiempos terribles, que no me dejen bajarme de la cruz que llevo a cuestas todavía; pero si pueden, que me lleven antes. Por favorcito...



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